miércoles, 21 de diciembre de 2011

Misión Imposible:Protocolo fantasma


Ethan Hunt sigue en plena forma



Cuarta entrega de la saga de espionaje que versiona la popular serie de televisión de los años 60 y que está producida y protagonizada (por el momento) por Tom Cruise.

No se le puede atacar a Cruise, pues en cada entrega ha buscado un director capaz de aplicar sus ideas y/o conceptos a esta saga, dándole una patina de cierto cine de acción de “autor”. La primera entrega estuvo dirigida por un juguetón Brian de Palma quien impuso su pulso narrativo en secuencias de suspense tan míticas como la infiltración en la base; la segunda corrió a cargo del maestro de cine de acción hongkonés John Woo quien coreografió secuencias de acción como si escenas de baile fueran (con sus palomas, of course) además de (intentar) colocar una historia de amor profunda y situar las fallas de valencia en Sevilla…En la tercera entrega entra J.J.Abrams, gurú de la nueva televisión (Felicity, Alias, Lost, Fringe) quien introduce su narrativa heredada de la ya comentada TV ( en especial, su serie de espionaje Alias) con un mítico villano (Philip Seymour Hoffman) y nuevos personajes en el equipo como Simon Pegg. La cuarta entrega, en una decisión tan arriesgada como acertada, está en manos de Brad Bird, director de tres obras maestras del cine de animación (El gigante de hierro, los increíbles, Rataotouille) con Abrams y Cruise como productores de nuevo.

Bird aporta su concepto de cine exportado de su experiencia en films animados, aplica las reglas del cine de animación al cine de imagen real, creando excelentes momentos o grandes set pieces  de acción. Algunas de ellas se sitúan entre las mejores de la saga.


Cruise está confinado en una prisión rusa debido a un problema personal no conocido y es puesto en libertad por un equipo formado por Paula Patton y Simon Pegg. Tras una trampa en el Kremlin (donde habían entrado en busca de unos documentos con códigos para armar un lanzamiento nuclear) el edificio ruso sufre un ataque y el equipo de Hunt es culpado de él; se activa el protocolo fantasma por lo que la identidad y útiles del equipo queda anulada y deben hacer frente, con la ayuda de un analista misterioso ( Jeremy Renner, ¿sucesor de Cruise en la saga?) a un megalómano sueco ( Michael Nquist, en plan Dr.No) antes de que produzca una nueva guerra entre Rusia y Estados Unidos.

La trama parece deudora de cualquier film de James Bond ( al igual que su villano, lo peor del film y no debido a la actuación de Nquist, quien tiene una gran presencia física, sino debido a su corto y desdibujada descripción) aunque que conste que nos encontramos con el mejor cine de acción y espionaje moderno desde que Martin Campbell le insuflara energía a 007 con su Casino Royale.

Los nuevos personajes están bien integrados en la trama, como Paula Patton y su historia de amor de espías con un excelente Josh Holloway; más presencia de Simon Pegg como contrapunto cómico y sustituto de Ving Rhames ,con una buena química con Cruise y una aún mejor con Jeremmy Renner, auténtica revelación del film ( y potencial relevo de Cruise; otra saga más a unir junto con los Vengadores y el reboot/secuela de Bourne). Cruise por su parte está excelente otra vez en su papel, aquí con una aura más dramática ( la historia con su esposa, a la que se le quiere dar más profundidad y humanidad al personaje, en la línea de la agente Bristow de Alias).

El ritmo del film es endiablado, gracias al buen hacer de Bird y su montador Paul Hirtch ( el imperio contrataca): desde el inicio en Budapest y la posterior trampa en el Kremlin pasando por la maravillosa, en todo su conjunto, trama en Dubai: con esa ya mítica secuencia de Cruise colgándose por el hotel, la pelea de féminas entre Patton y Ledoux (la cual luce palmito y poco más) o esa persecución primero a pie y luego en coche dentro de una tormenta de arena conforman alguna de las mejores secuencias de la saga. Asimismo apuntar la escena de infiltración (que tanto homenajea como “parodia” la secuencia del primer film de De Palma, en una mezcla excelente de acción y humor, como bien trabajó Bird en los increíbles.La escena final ( que bebe tanto de la escena de las puertas de Monstruos SA como de la pelea entre el propio Cruise y Collin Farrell en la fábrica de coches de Minority Report) es algo desigual debido a la excelencia y ritmo de las anteriores set-pieces.

También destacar el acompañamiento sonoro de Michael Giaccino.

Podríamos ver esta nueva entrega tanto como un homenaje a los anteriores films como el inicio de una nueva saga: de la primera esa trama de espionaje y traiciones, las escenas de acción algo más físicas de la segunda así como la narración sin puntos muertos de la tercera.

Un excelente debut de Bird en el cine de imagen real ( este hombre con un guión profundo aspira a grandes cosas) así como una de las mejores entregas de la saga.



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