viernes, 22 de junio de 2012

(Crítica) Red State

¿ Dios es mi pastor?


Kevin Smith fue uno de los abanderados de la nueva comedia generacional de los 90 con un título fundamental, Clerks, donde a través de unos gags sustentados en un humor fresco y escatológico a ratos, chistes sexuales, referencias a la cultura pop como el cómic o el cine y  diálogos refrescantes todo rodeado de un estilo visual algo tosco y/o dejado; la fuerza del humor residia en sus línea de diálogo y actores. Poco después de su inmejorable debut Smith fue poco a poco demostrando su fuerza como guionista y su estilo visual flojo/feo/dejado en títulos cada vez menos interesantes y más adentrados en las peligrosas redes del Hollywood más comercial y vacío,  provocando la pérdida de interés de sus fans, hasta que Smith viene y sorprende a todo Dios ( no es un chiste ) con esta anárquica y energética Red State.


La cinta, inclasificable en su mezcla continua de géneros, nos narra la caída en desgracia de tres jóvenes que acuden a una cita para una cópula con una señora madura ( una excelente Melissa Leo ) y como caen en las manos de una secta liderada por Michael Parks ( habitual del cine de Roridguez y Tarantino , soberbio y antológico en su largo monólogo-sermón ). Toda su familia permanece dentro de un rancho que será asediado por las fuerzas del orden lideradas por el grande John Goodman ( auténtico co-protagonista de la cinta ).

El mayor logro de la cinta es su anarquía tanto narrativa como en los giros de guión, donde abrazamos cambios de género dentro de una cinta que apenas sobrepasa los 90 minutos, sin que el interés en ella decaiga, más al contrario. Lo que comienza como una comedia de instituto con tres jóvenes que buscan sexo fácil pasa rápidamente a ser una cinta de terror realista ( el film ganó el premio a la mejor película en el pasado Festival de Sitges, así como el premio al mejor actor para Michael Parks ) y religioso con una escena, larga pero tremenda gracias al guión y sobretodo la actuación de Sparks, que frena totalmente el ritmo del film con su largo sermón de más de ocho minutos. Aún más, la cinta pasará a ser una recreación de  la tragedia de Waco en el asedio de la casa por parte de las fuerzas del orden lideradas por un genial John Goodman en una larga set piece de acción donde Smith se resuelve increíblemente bien con escenas dinámicas muy bien rodadas y claras, y donde todo el mundo recibe: desde los sectarios con esa críticas directa al poder de la religión ( en una crítica fácil y demasiado clara, pero directa ) hasta la manera de actuar de las fuerzas del orden ( al respecto la escena del "rescate" de dos jóvenes que intentan huir de la casa....) y del gobierno USA; todo DIOS recibe su parte de crítica hasta llegar a un final quizás algo salido de madre pero satisfactorio.

La cinta no será un ejemplo de construcción de guión pero su desmadrada mezcla de géneros que OJO funciona y eleva el interés del film en un film auto-distribuido por su propio director y la calidad de sus actores y supone un soplo de aire fresco y un giro por no esperado sorprendente en la carrera del director de Jersey.

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