miércoles, 30 de enero de 2013

(Crítica) Hitchcok

La musa detrás del maestro


Como suele pasar en las últimas décadas, cuando Hollywood decide o cree haber encontrado una idea original para una película, un tema especial o no tratado, suelen salir a la vez varios proyectos sobre el mismo; este año le ha tocado al grandísimo Alfred Hitchcock, el maestro del suspense, con el telefilm HBO The Girl (Julian Jarrold, 2012),protagonizado por Toby Jones y Sienna Miller sobre el rodaje de Los pájaros y su complicada relación con la actriz Tippi Hedren y este Hitchcock dirigido por Sacha Gervasi con el  protagonismo de Anthony Hopkins, Helen Mirren, Scarlett Johansson, Jessica Biel y Toni Collette, entre otros, que versa sobre el rodaje de Psicosis... en teoría.

Y es que la cinta de Gervasi, quien viene de dirigir un fantástico falso documental sobre la banda de rock Anvil en Anvil: el sueño de una banda de rock (2008), usa el rodaje de la obra maestra que dio pie al género slasher para hablarnos de la personalidad del maestro inglés, sus principales (y conocidas) fobias pero sobretodo la historia se centra en la figura de Alma Reville, esposa y compañera de Hitchcock encarnada por una estupenda Helen Mirren.



Así lo que podría haber sido una especie de making off de Psicosis se convierte en un drama sobre una pareja y su convivencia tanto en le plano personal como artístico, la musa detrás del genio ( como Alma siempre está apartada detrás del director en las premieres de sus excelentes películas ). La creación de esa película "independiente" se convierte en un macguffin ( un recurso unido a la temática del director inglés ) del film para que éste nos hable de otros temas así como hacer una sencilla y conocida vista a algunas de las anécdotas de ese rodaje ( para todo aquel que haya leído algún libro sobre Hitrchcock; en particular recomiendo su conversación-entrevista con François Truffaut). 


Destacar ese inicio, donde se recrea la muerte del padre de Ed Gein, célebre asesino en serie que inspiró a Robert Bloch para su relato de terror Psycho así como decenas de psycokillers posteriores como la matanza de Texas , y que gozó de una buena película sobre su vida, la algo  televisiva pero muy interesante Ed Gein de Chuck Parello (2000), con ese apunte mordaz de Hitchcock ( quien se dirige a nosotros los espectadores acompañado de esa música particular en una recreación de sus presentaciones para Alfred Hithcock presenta; algo que se repite en el clímax, con la mención hacia su posterior película...), como el maestro inglés relata con su típico humor " si hubiera sido cogido ( ed Gein ) no tendríamos mi pequeña película ". Y es que, en una decisión arriesgada pero para mí fallida, Ed Gein tendrá presencia en la cinta a través de visiones del propio director ( incluso hay una escena ¡de psicoanálisis! con Gein como improvisado terapeuta ) donde podemos apreciar la obsesión de Hitchcock por la figura del funesto asesino así como sirve de metáfora de sus problemas para con su mujer en esa explosión de celos debido a la relación de Alma con el escritor Whitfield Cook ( Danny Huston ), la negación artística de ella en el trabajo de su marido y su importancia en la vida del mismo debido a su carácter tan perfeccionista y acertado en lo profesional como egoísta , misógino y fallido en lo humano respecto a su tratamiento con su esposa; ésta es la verdadera trama de la cinta de Gervasi, quien usa el lubro de Stephen Merello Alfred Hitchcok and the making off Psycho como excusa para hablarnos de como detrás de un gran hombre siempre hay una mujer.


Por eso la cinta, bien en ese aspecto, resulta algo fallida en lo que de verdad se podría esperar de ella como es esas anécdotas para el alma cinéfila, resulta insuficiente como relato hollywoodiense del trabajo en la meca del cine. Apenas vemos como fue el rodaje de Psicosis, no se entra en polémicas como si Saul Bass fue el director de la célebre secuencia de la ducha (aquí en el film no se sigue el rodaje de la misma, sino que es el momento de explosión dramática en la trama de la  vida personal de Hitch y Alma), el por qué se rodó en blanco y negro, como escogió a su equipo técnico procedente de la TV y su famoso show; entre otras muchísimas hipótesis, anécdotas y demás.Pero hay apuntes sobre la vida del director en esa etapa, ciertos, y de interesante conocimiento para el cinéfilo: como Hitchcock compró todos los libros de Robert Bloch del país para que nadie conociera el final del mismo; el proceso de autofinanciación con los problemas personales para Hitch y su esposa y donde éste pudo obtener la ansiada libertad artística ( la cual tenía en los inicios de su carrera en Inglaterra , tal como se apunta ) así como el final cut; los problemas con la censura ( el apunte sobre los problemas con un WC es verídico, aunque no lo parezca ) y como el director engañó a éstos diciendo que remontaría unas escenas para luego entregar la misma copia del film sin cambiar ; como escogió a Joseph Stefano ( encarnado por Ralp Macchio, sí el de Karate Kid ) como guionista y Anthony Perkins como protagonista por la obsesión de ambos por sus respectivas madres....la obsesión de Hitch con las rubias ( incluso se apunta a Hitch como un auténtico voyeur cuando observa como la actriz Vera Miles se desnuda ) y su misoginia en esa dura conversación con Janet Leigh cuando Hitch comenta como iba a hacer de Vera Miles una estrella al protagonizar Vértigo pero ésta decidió quedarse embarazada y formar una familia : " por qué las mujeres siempre me traicionan ?, dice el director ; el daño causado por la pérdida de Grace Kelly, retirada del mundo de la interpretación por convertirse en la princesa de Mónaco, el uso de la música del maestro Bernard Hermann para la escena de la ducha ( Hitch la quería sin música, esa secuencia, pero se equivocó al ver los resultados con la misma ). Asimismo escenas como la broma que sufre Janet Leigh también es verídica.


La mejor secuencia del film, sin embargo, la encontramos en ese momento final donde, durante el estreno de Psycho (y la peculiar publicidad del mismo, creada por Mr. Hicth, creando el hype de la época) y como el director controla a su audiencia como si fueran marionetas observándolas desde fuera y marcando el ritmo de sus reacciones en la escena de la ducha.

Anthony Hopkins, repleto de látex en una caracterización correcta  aunque por momentos puede parecer un sketch de Muchachada Nui, realiza una correcta interpretación del orondo maestro inglés aunque como ya dije quien se lleva la palma es Helen Mirren como su esposa con una portentosa interpretación; eso sí, la química entre ambos actores, como trabajaban juntos y él la necesitaba a ella, son escenas compartidas que elevan ambas interpretaciones. Otros actores del cast son Scarlet Johansson, brillante como Janet Leigh, una breve Jessica Biel como Vera Miles, James D'Arcy como Perkins o Toni Collette como la secretaria de confianza de Mr. Hitchcok. Destacar el parecido de los actores con los personajes que recrean, si bien algunos tienen papeles muy breves y apenas se entra en su psicología (como el caso de Anthony Perkins). Destacar la presencia en la banda sonora de Danny Elfman, quien ya puso música a un proyecto salido de Hitchcock como fue ese horrible e innecesario remake, plano por plano, perpetrado por Gus Van Sant en 1998.

Un entretenida cinta para el cinéfilo (aunque finalmente insuficiente), un buen drama sobre una pareja y sus cuitas personales y artísticas.

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