lunes, 17 de junio de 2013

(Crítica) Star Trek: en la oscuridad

Numerosos planetas que investigar, muchos fans que contentar

 



 


El peor enemigo de Star Trek: en la oscuridad ( Star Trek into darkness ) es ella misma: es tanto lo que se espera de esta secuela después de ver los buenos resultados, comerciales y sobretodo artísticos de la primera entrega, y más aún, se mirará con lupa la labor de J.J. Abrams ahora que está preparando su entrada en otro universo como es el de Star Wars con su séptima entrega, que la secuela trekkie, aún siendo un gran espectáculo lleno de humor, aventuras y una cierta oscilación entre el drama íntimo y el drama better than life recubierto de epatante acción, acaba decepcionando en parte y situándose un peldaño por detrás de su excelente predecesora.

 

Eso sí, Star Trek Into darkness funciona como secuela siendo de nuevo un gran espectáculo de masas, que agradará tanto al fan como al no iniciado en el universo trekkie; ese era el objetivo de su director, y lo ha conseguido:  cine comercial del bueno, que no toma por tonto al espectador y con personajes llamativos y un gran ritmo, aunque con algún ( varios ) peros.

 


La cinta comienza con un prólogo muy aplaudido, aunque sin llegar al nivel del inicio de Sar Trek ( los diez mejores minutos filmados por Abrams en toda su carrera, para mí ), donde Kirk y su tropa se introducen en un planeta con una civilización poco desarrollada que va a ser asolado por una erupción volcánica y como Spock ( en una situación que pone en peligro su vida ) lo consigue evitar y a la vez ser salvado por Kirk, el cual contradice las normas ( una vez más ) para salvar a su amigo. La secuencia(1), un gran momento de humor ( Scotty y el pez ) y aventuras, con un acabado visual llamativo ( la vegetación rojiza, los indígenas ) sirve como preámbulo de todo lo que vamos a ver a continuación y algunos de los temas que se tratarán en la cinta: el viaje emocional de un irresponsable y rebelde James Kirk, su relación para con Spock así como con el resto de la tripulación.

 


Porque esta secuela oscila entre un desarrollo íntimo, con especial dedicación a Kirk y Spock y dejando de lado al resto de miembros de la tripulación, los cuales son más secundarios que nunca; se intenta potenciar a caracteres como Uhura, Bones o Scotty, Sulu tiene su momento estrella pero Chejov ( quien tan divertido fue en la primera parte ) es dejado de lado y solo usado en un momento dramático…A su vez se introducen nuevos personajes como el de Alicia Eve ( quien solo funciona como presentación suponemos de cara a futuras entregas : ¿ un miembro femenino para juntar a Kirk ?), Peter “Robocop “ Weller o ese villano de misterioso nombre John Harrison incorporado por un magnífico Bennedicth Cumembarth ( Sherlock ), estos dos últimos de lo mejor del film en sus actuaciones a pesar de cierto dibujo narrativo algo irregular, sobretodo en John Harrison. Así destaca la relación entre Kirk y Spock, eje central de la saga, donde tenemos a un correcto Chris Pine y a un , de nuevo, excelente Zachary Quinto, el cual hace de su Spock un gran carácter, más profundo en esta entrega debido al surgimiento de su lado humano en momentos como esa pelea de enamorados ( realmente divertida ) o en momentos dramáticos que no por esperados o intrascendentes  no dejan de funcionar. Así Abrams se mantiene mejor en distancias próximas o íntimas: citar ese breve y bello (paradójicamente, dado lo dramático del momento ) momento narrado casi sin palabras y  al son de un gran tema de piano compuesto de Michael Giacchino ( cuya banda sonora toma más presencia y fuerza en esta entrega ) en donde nos presenta el drama de una pareja y su hija enferma y como el padre toma una decisión alentado por Harrisson. Esta pequeña concatenación de escenas es lo más cercano al dramatismo del prólogo de Star Trek, donde el director se muestra seguro en su narración y demuestra lo bien que puede llegar a narrar. Asimismo encontramos otros momentos basados exclusivamente en sus personajes, a los que se les tiene cariño ( quizás demasiado ) y que funcionan, aunque sin llegar al nivel de la escena comentada: hablo de instantes como esas manos en paralelo, esa lágrima inesperada o ese grito(s) de venganza. El corazón trekkie está tranquilo, el binomio Kirk-Spock funciona, y muy bien.

 


Pero entonces encontramos la otra cara de la moneda, donde Abrams y su equipo también quiere llamar la atención sobre los no fans de la saga, dándonos una cinta trepidante de acción y aventuras con un ritmo endiablado donde no paran de suceder cosas, grandiosas set pieces que beben mucho de algunos conocidos videojuegos y su tipo de narración (2), algunas muy acertadas y muy bien rodadas ( ese salto entre naves, el tiroteo en Kronos ), incluso sorprendentes u “originales “ ( esa persecución a la velocidad de la luz ) pero la homogeneidad entre momentos íntimos, de personajes y acción no acaba de estar tan bien unida como en la anterior entrega dándonos algunas escenas gratuitas y demasiado grandilocuentes ( la persecución por Londres ). Y es que esta secuela quiere ser más oscura ( ya lo incluye en el título, para que nos quede claro ) pero no acaba de abrazar esa oscuridad : en la trama vemos eco de tramas como el terrorismo ( tan presente en el cine después del 11-S ) pero el film no abandona el carácter aventurero de la saga, recubierto de ese humor agradecido en la mayoría de las ocasiones; además tenemos un villano que podemos definir como el reverso oscuro de Kirk pero que, a pesar de sus viles actos, actúa por honor. Más oscuro en cambio resultan ser los planes de una amenaza no esperada.

 

 

Y esto me sirve para hablar del otro gran pero de esta secuela : su indefinición o apertura hacia nuevos caminos. Después del estreno de ese reboot de la saga, donde optaron por una arriesgada pero aplaudido recurso argumental, pronto se vio que ese recurso se podría usar para cualquier trama, a sus autores les da carta blanca para (re)hacer el universo trekkie. Sin ánimo de desvelar nada, todos sabemos quien es Harrison, un villano que, a pesar de la enorme presencia de Bennedicth Cumembarth (3), no acaba de estar bien descrito en el guión; mejor aunque más tópica es la otra parte tratada, ese villano desde dentro que SÍ supone esa oscuridad (del ser humano) que quiere, a ratos, abrazar el film. Esa duplicidad de universos da pie a una secuencia totalmente innecesaria y casi gratuita en  este film. Además el otro gran punto negro es el guión: después de que en la primera entrega se unieran Roberto Orci y Alex Kurtzman  ( uno experto en el universo trekkie y el otro totalmente virgen en el mismo ) dio pie a una visión fresca y atractiva, su mejor trabajo conjunto sin duda pero para esta secuela se ha unido Damon Lindelof, quien fue el showrunner de Perdidos ( Lost, 2004-2010)  y el que cambió el guión original de John Spaihts para Prometheus (2012) convirtiéndolo en lo que es, el cual asiento que todos los errores de guión vienen de su figura: el film crea misterios, abre puertas de cara a sucesivas entregas ( el papel de cierta raza alienígena tan primordial en el universo de Star Trek y que es desaprovechada en la escena en Kronos. ¿ de cara a una futura secuela ? ) así como decisiones dramáticas que se contradicen al instante, un ejemplo: Kirk es quitado del mando del Enterprise por una acción y Spock destinado a otra nave para, a los pocos minutos, todo volver a su camino anterior; personajes secundarios que son más secundarios que nunca pero usados de cara a DEUX EX MACHINA argumentales por lo que esta secuela acaba dejando una sensación agridulce pues, más que una secuela parece que nos encontremos ante un Star Trek 1.2, un film que camina en paralelo al primero ( aquel fue la presentación de personajes; aquí los vemos enfrentarse a una gran amenaza de cara a su formación definitiva como personas y como miembros de la tripulación ) y donde parece que la verdadera secuela y el principio de las aventuras de la Enterprise tenga lugar a partir de la tercera entrega.
 

¿ Hannibal Lecter en su cárcel? NO lo iba a decir, pero ya lo hice


1 ) En la misma secuencia podemos ver un  plano de Spock dentro del volcán: ¿ un homenaje al clímax de el ejército de los Sith ( George Lucas, 2007 )? No es el único momento que cita la saga galáctica creada por Lucas….

 
(2) El tiroteo en el planeta kronos remite a cualquier shooter de nueva generación tipo Gears of war y uno de los momentos más aplaudidos, a nivel de tensión, en ese salto intergaláctico entre naves, recuerda demasiado a un momento igual de tenso en la saga espacial de terror Dead Space….

 
(3) OBLIGATORIO ver el film en V.O.; la presencia del actor unida a su poderosa y profunda voz le dan la entereza y tensión que el guión no sabe dibujar en el carácter.

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